La música como actividad reeducativa, se puede definir como la utilización de la actividad musical para conseguir objetivos terapéuticos: la restauración, mantenimiento y mejora de la salud física.
Es la aplicación sistemática de la música, dirigida por un musicoterapeuta en un contexto terapéutico, a fin de facilitar cambios en la conducta. Estos cambios ayudan a que el individuo en terapia se entienda mejor a sí mismo y a su propio mundo, llegando a sí a adaptarse mejor a la sociedad.
Como miembro de un equipo terapéutico, el musicoterapeuta profesional, participa en el análisis de los problemas individuales y en la selección de objetivos generales de tratamiento antes de planificar y dirigir actividades musicales.
El musicotepéuta realiza evaluaciones periódicas para determinar la efectividad de los procedimientos empleados.
ALUMNOS:
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Personas mayores.
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Personas con retrasos en el desarrollo.
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Personas con retrasos mentales.
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Personas con discapacidades físicas.
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Niños en edad escolar.
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Niños de etapa infantil.
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Personas con problemas de drogadicción.
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Personas con problemas sensoriales.
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Personas con problemas neurológicos.
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AGRUPAMIENTOS Y HORARIOS: Las sesiones serán tanto individuales como de grupo de una sesión semanal. Una duración de 30 minutos las individuales y 45 minutos las de grupo.

ASIGNATURAS
A través de experiencias musicales con la voz y distintos instrumentos, tratamos de estimular el ritmo, la voz, sus alturas y entonación, el oído interno y externo, el esquema corporal, la memoria, la interpretación y todos los ingredientes que componen la música y lo hacemos jugando para vivir estos contenidos y disfrutar con ellos y una vez experimentados y con plena motivación aprender, en el momento adecuado, a medirlos y traducirlos al lenguaje musical.
Clase de instrumento en grupo reducido:
Buscamos hacer música desde el primer contacto con el instrumento y así potenciar la ilusión y estimular la motivación que nos ha llevado a escoger un instrumento. La música se hace básicamente en grupo y por eso aprendemos la técnica y la interpretación del instrumento en el mismo entorno que luego nos vamos a encontrar tocando.
Aprendemos a ser conscientes de nuestro cuerpo tocando, escuchar a los demás y a nosotros junto a los demás, empatizar emocionalmente, encajar rítmicamente, seguir a un director, vivir la armonía, improvisar en un grupo y en general desarrollamos el aprendizaje completo del instrumento haciendo música dentro del grupo.
Clase individual:
Desarrollo de un aprendizaje del instrumento individualizada. Profundizamos en la enseñanza técnica y expresiva del instrumento adaptándonos a la individualidad del alumno. El alumno no debe abandonar la práctica instrumental en grupo.